1.- Usa el hilo dental.
Todos creemos que nuestros dientes están limpios tras habernos cepillado los dientes o haber usado enjuague dental, sin embargo una gran cantidad de lesiones dentales se presentan en los espacios interporximales (entre un diente y otro) y esas zonas sólo se pueden limpiar con el hilo dental.
2.- Protégete contra el bruxismo.
El apretamiento y rechinamiento de los dientes de manera inconsciente, especialmente cuando duermes se le conoce como bruxismo, y es una de las principales causas de desgaste y fractura de dientes. Por lo que si notas desgaste o fracturas en tus dientes en periodos relativamente cortos es necesario descartar ésta posibilidad. Las fuerzas ejercidas durante el bruxismo están por arriba de las 200 o 300 libras, fuerza más que suficiente para romper un diente.
3.- Evita alimentos excesivamente duros o hábitos alimenticios muy demandantes.
Por supuesto que tus dientes están preparados (y las restauraciones dentales también) para alimentos duros, pero evita llevarlos al límite, como partir dulces de una sola mordida, semillas de palomitas, morder cubos de hielos etc.
4.- Protege tus dientes cuando hagas deporte.
No tienes que ser boxeador para proteger tus dientes. Existen infinidad de posibilidades para romperte un diente mientras practicas deportes, hacerte una guarda dental para deporte te ayudará a evitar problemas mayores.
5.- No todos los tratamientos dentales estéticos se resuelven con coronas de porcelana.
Es innegable que las coronas de porcelana nos brindan resultados estéticos muy altos e incluso pueden transformar nuestra sonrisa, pero en muchos casos existen restauraciones igual de estéticas y conservadoras como lo pueden ser las carillas de porcelana o las incrustaciones de porcelana.
6.- Prevención.
No siempre ir al dentista representa dolor. Visitas periódicas (6-8 meses) para una revisión rutinaria es tiempo suficiente para detectar un problema dental pequeño que se puede convertir en algo grande. El deterioro de los dientes transcurre en cuestión de meses (no es cuestión de años). En TODAS las situaciones que es necesario colocar una corona (salvo golpes y accidentes), el problema se puedo haber resuelto con una pequeña restauración dental.